Cuando se desencadena el real momento de la llegada del nuevo bebé a casa resulta ser en ocasiones un momento en el que encuentran muchas emociones.
Papá no sabe qué hacer, cuándo debe salir al hospital, mamá quiere hacer de todo a la vez, bañarse, organizar la maleta, los familiares opinan qué hacer y entonces muchas veces termina siendo una situación de «caos» en vez de un tiempo placentero.
Es justo en ese momento cuando es ideal la presencia de la Doula.
La palabra Doula proviene del antiguo griego y significa “mujer que sirve a otra mujer”. Oficio remoto que durante la existencia del ser humano siempre ha permanecido para apoyar a las mujeres en labor de parto y crianza.
La Doula acompaña a la mamá en ese momento tan especial cuando se inicia en su trabajo de parto generando un ambiente armonioso, cálido y seguro! Identifica las necesidades de la madre, alivia ese proceso de parto con múltiples técnicas que disipan el dolor y centra a la mamá en la feliz llegada de su bebé. Su compañía es indeterminada está ahí el tiempo que sea necesario y en el lugar que sea necesario.
Una vez ese bebé este en brazos de su madre la labor continúa con la asistencia en la lactancia, la recuperación en casa, con los cuidados del bebé y con el apoyo y la experiencia de ser profesional y mamá en disminuir todas aquellas dudas y angustias que se generan con el recién nacido en casa.
Hay estudios que han demostrado que el apoyo emocional de la Doula a la familia tiene beneficios durante el parto, tales como reducción en un 50% de cesáreas, un 40% en uso de fórceps, un 60% del uso de epidural o que acorta en un 25% la duración de los partos. Todo esto, por supuesto, como complemento a una buena asistencia sanitaria (“A Doula Makes the Difference” por Nugent, Mothering Magazine, March-April 1998).
Sin duda alguna es una diferencia dar a luz y pasar los primero días con una Doula en compañía!
Atrévete a vivir esa linda experiencia.
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