En la actualidad se ha desafiado el paradigma que estimular en edad temprana da como resultado niños inquietos e incontrolables, que no saben recibir órdenes o que asisten por insistencia de los padres para exacerbar su ”inteligencia”.
Al contrario, se ha comprobado que a través de la estimulación adecuada, dirigida y orientada por especialistas los pequeños adquieren habilidades necesarias para el óptimo desarrollo en la vida adulta y resultan ser hombres y mujeres éxito.
Desde la vida intrauterina el feto recibe estímulos internos y externos que empiezan desarrollar la plasticidad cerebral, los latidos del corazón de mamá, los sonidos que producen los movimientos intestinales, la voz de mamá influyen directamente en su desarrollo, así como todo lo que recibe del medio exterior como la voz del padre, familiares, cambios de luz y de temperaturas. Esas experiencias ya empiezan a ser sumamente significativas y se van almacenando en la memoria, pero el impacto es realmente evidente cuando esto se hace bajo un método y sistemáticamente.
En los últimos 30 años se ha evidenciado la diferencia en aquellos niños que han sido estimulados adecuadamente desde los 3 meses de nacidos bajo un programa diseñado para ello y los que no. Hay infinidad de estudios en Estados Unidos y Latinoamérica que lo sustentan.
Cuando los padres se incorporan aprenden las estrategias adecuadas para estimular correctamente a su bebé a diario en casa; enseñándoles desde lo más sencillo como la percepción de texturas y sonidos hasta procesos complejos como gatear o empezar a hablar; de esta manera se nutren con su bebé experimentando reacciones y nuevos aprendizajes.
Los beneficios son inmediatos y entre ellos están:
A través de la estimulación se afianza ese vínculo mamá-bebé, papá-bebé que les genera seguridad e, independencia y autodeterminación lo que hace que el conocimiento se consolide más rápido.
.
Otro de los beneficios que ofrece esta oportunidad de crecimiento familiar es la relación padres-padres que allí se genera, pues entre ellos se aconsejan, se ayudan a subsanar inquietudes diarias de la crianza y hasta se crean vínculos fuertes de amistad que nacen a partir de un punto en común, sus hijos.
El objetivo final de este programa es consolidar bases fundamentales para el óptimo desarrollo del niño en el presente y en su vida futura a través de pequeñas vivencias y experiencias enriquecedoras con sus padres.
Oportunidades como éstas conducirán a las nuevas generaciones a ser más competitivos, independientes, con libertad de pensamiento, seguros de sí mismo, con hábitos de trabajo y orden bien instaurados; competencias necesarias para lograr con éxito los proyectos que emprenderán en el futuro de sus familias, escuelas, comunidades y país.
No te pierdas nuestra increíble oferta! 50% de descuento en nuestras Flashcards ¡Te esperamos! Descartar
Debe estar conectado para enviar un comentario.